/ Mi Critica /

En el año 1999, cuando se acababa el milenio, dos directores de cine nos daban dos films de genero que tal vez bajaban la cortina del primer siglo de vida cinematográfica causando una pequeña revolución en un medio que por esos tiempos estaba tornándose muy conservador.
Frank Darabont, con MILAGROS INESPERADOS (The Green Mile – 1999), y M.Night Shyamalan con SEXTO SENTIDO (The Sixth Sense – 1999), estrenaban dos films con elementos fantásticos excelentes, que descolocaron tanto a la industria por su perfecta factura, que tuvieron a regañadientes, que premiarlos nominándolos al Oscar tanto a películas como a sus realizadores. Algo poco frecuente, ya que los miembros de la Academia, a excepción de EL SILENCIO DE LOS INOCENTES (The Silence Of The Lambs – 1991), solo parecen ir al cine si las películas proyectadas son dramas.
Hoy, ocho años después, ambos realizadores se encuentras en las carteleras del mundo con sus nuevas obras, y ambos siguen fieles a si mismos, al genero que aman, el fantástico, y a entregarnos historias elaboradas y bien narradas. Ambos, también en esto coinciden, son hoy por hoy tal vez los últimos autores cinematográficos dentro del género en Estados Unidos.

EL FIN DE LOS TIEMPOS (The Happening – 2008), es la octava película de M.Night Shyamalan, y una vuelta a su raíces con un film mas cercano al thriller sobrenatural que su anterior obra, LA DAMA DEL AGUA (Lady In The Water – 2006). Esta vez el director nos cuenta una historia apocalíptica, la de unos sobrevivientes en fuga de una extraña ola de suicidios masivos, causada tal vez por la propia naturaleza, cansada de los maltratos que la humanidad le causa al planeta, liberando una extraña toxina. Sobre la trama mucho no les voy a a contar, ya que si estas en estas paginas, ya debes saber lo suficiente si aun no la has visto. Lo que si quiero dejar claro es que Shyamalan hace lo que mejor sabe, narra una historia de suspenso con altas dosis emocionales y toda una artillería de recursos, planos secuencias, fueras de campo y montajes paralelos, como solo el parece utilizarlos hoy en día, y con eso solo parece alcanzarle para realizar un película personal, de autor y hermosa, con metáforas sobre el medioambiente, el amor y la indiferencia con la que el ser humano vive con sus prójimos en la sociedad moderna. Regala también escenas inolvidables, como la conversación entre la casa y el cobertizo, que dejan en evidencia que muchas películas hoy en día no contienen situaciones originales como esta, ya que en una historia contada muchas veces, la apocalíptica, Shyamalan se despacha no solo con una premisa nunca vista, sino que además entrega secuencias simples y frescas.

Además de eso, y como ya realizo la mejor película de invasión extraterrestre de la historia, SEÑALES (Signs – 2002), y el film mas realista e intenso sobre superhéroes, EL PROTEGIDO (Unbreakable – 2000), ahora M.Night redefine otro genero, el de las películas clase B. Será muy difícil volver a ver otra B Movie nueva, si es que las siguen filmando, como fue muy difícil ver otro western después de que Eastwood estreno LOS IMPERDONABLES (Unforgiven – 1992). Todo en la película recuerda a esas obras, pero no copiando, sino re-elaborando, la fotografía, las actuaciones y sobre todo la música, hermosa pero cautivante, como debe serlo en una historia extraña sobre sucesos desconocidos.

EL FIN DE LOS TIEMPOS (The Happening – 2008), no es la mejor película de Shyamalan, como tampoco LA NIEBLA (The Mist – 2007) es el mejor film de Frank Darabont. Pero ambas, con su personalidad y su compromiso con el género en el que se enmarcan, alcanzan de sobra para volver a brillar en una cartelera que esta aun más conservadora que aquella de fines de siglo pasado. Ya que ahora ni siquiera existen historias originales, llenos de remakes y secuelas como están los cines, Frank y M.Night volvieron para hacer lo que mejor hacen, cine emocionante y de género. Cine para el asombro, magia, como le dicen algunos. La fábrica de sueños, Hollywood, sigue por momentos viva, aunque algunos críticos estén metidos tanto en la chatura cotidiana, o en la economía de los estudios, que cuando se encuentran con algo de originalidad ya no pueden darse cuenta.

Adrian Fedele.